El petróleo, la divisa bélica - Frank Liz

En la economía mundial es indudable el papel que juega el petróleo, este hidrocarburo y sus derivados constituyen la principal fuente de combustible en el globo. El diesel, el gas, la gasolina, los petroquímicos son la fuente de energía que moviliza el grueso de los medios de transporte, las industrias y la maquinaria pesada responsables, en mayor o menor medida, de los bienes que disfrutamos en nuestros hogares y lugares de trabajo.

La economía mundial se mueve en torno a esta sustancia orgánica, la dependencia energética hace que los países necesiten del petróleo y sus derivados para poder funcionar; pero no todos los países cuentan con este recurso, en el mundo cerca de 100 países tienen petróleo y apenas una veintena de ellos cuenta con una cantidad considerable y con la infraestructura adecuada como para cubrir los requerimientos del resto de los países.

Es aquí donde el petróleo pasa fácilmente de ser una bendición a ser una maldición potencial, la competencia, la oferta y la demanda se convierten en puntos clave de la economía global, definiendo las relaciones entre países y midiendo la capacidad de estos para dominar; es una lucha constante que se mide en barriles de petróleo.

El juego económico se complica cuando los intereses políticos comienzan a influir, los territorios con petróleo son los más ambicionados, así como aquellos puntos estratégicos para la venta de este, los territorios de paso, de embarque y desembarque también constituyen un interés para las potencias mundiales.

Es cuando comienzan a desencadenarse las guerras impulsadas por petróleo donde más de un factor entra en juego:

Al hablar de guerras, se hace inevitable hablar del petróleo y del poder que tiene como divisa bélica del mismo modo que es imposible no hablar de Estados Unidos y de su participación activa en los conflictos armados mundiales, hagamos un repaso por algunas guerras recientes del medio oriente:

Todas estas guerras tienen 2 factores en común, el petróleo y la influencia de Estados Unidos, muchas teorías apuntan al poder intervencionista que tiene la primera potencia del mundo, así como al interés que tiene en el dominio del petróleo, sin embargo, una teoría funciona como un mayor justificativo y una mejor explicación.

Como sabemos el petróleo y sus derivados se cotizan en dólares estadounidenses ($) y es este el motivo que le da al $ su carácter de moneda fuerte, de alta confiabilidad. Cualquier cambio en el que el petróleo se ofrezca en otra moneda causaría un derrumbe en la economía Estadounidense; ya ha pasado anteriormente cuando en el año 2000 Iraq comenzó a ofrecer su crudo en euros y desde el 2015 cuando Irán entró a ofrecer en euros su producción. Por lo tanto, Estados Unidos defenderá estratégicamente su posición política resguardando que las transacciones derivadas del petróleo se mantengan en dólares estadounidenses ($), lo que obliga a los países a obtener esta moneda para poder adquirir el preciado combustible.

Dicho esto, es importante recordar que las guerras se desencadenan con al menos dos partes interesadas, defendiendo intereses opuestos, para lo que siempre encontraremos la contraparte a los Estados Unidos en esta lucha energética, lugar que juegan Rusia y China.  

Photo by Jeff Finley on Unsplash

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